Carta de despedida
junio 19, 2011 1 comentario
Ramón FernándezDurán nos dejó ayer.
nos dejó su testimonio de vida
y de cómo afrontar el final de la misma.
Nos dejó el testigo para que sigamos nosotros
la apertura de nuevos caminos civilizatorios
nos dejó su esperanza
en la plantación de nuevas semillas
nos dejó sus últimos libros de ruta.
Es mucho lo que nos deja
es mucho lo que nos dejó.
Es lunes veintiocho de marzo, porla tarde. Comotodos los lunes este año, siento empezar la semana con intensidad pero sin estrés. Subo las escaleras del ático para comenzar la segunda parte dela jornada. Megustan las tardes del lunes, sin llamadas, sin gestiones urgentes. Me las he reservado para los trabajos de fondo, para los que requieren sentarse, pensar, dejarse escribir. Subo el estore para contemplar la cúpula de San Luis desde el gran ventanal de la azotea jardín. Las macetas florecidas han despertado conla primavera. Mientras, el ordenador se despereza y va arrancando a su ritmo. Tengo que llevarlo al taller para ampliar el disco duro. Ya no me cabe nada más. Como siempre empiezo mirando el correo. Carta de despedida de Ramón. Siento un golpe que me deja aturdido. Mela reenvía Luis.Laabro y lo leo:
“Querid@s tod@s , aquí os envío una carta mia de despedida. Mucha gente sabe ya de mi actual estado de salud, pero quizás otros tantos no. A alguna gente tal vez os llegue esta carta también por alguna de las redes de apoyo que se han establecido para hacer un seguimiento sobre mi situación, pero a la mayoría no, pues es la primera vez que se lo hago saber. No os preocupéis por mi, pues estoy todavía relativamente bien y muy contento con las decisiones tomadas. Además, como comento en el texto, me encuentro muy acompañado y apoyado. Por otro lado, estoy muy contento también de que haya salido publicado por Ecologistas, y coeditado por Virus y Baladre, mi último texto: «La Quiebra del Capitalismo Global 2000-2030. Preparándonos para el comienzo del colapso de la Civilización Industrial«. Todo ello en un tiempo record. Me ha dado una enorme alegría, y además el hecho de que se hayan montado ya muchas presentaciones en Madrid y en muchos otros lugares del Estado tiene una enorme importancia para mi. Adjunto os incluyo también el cartel de la primera presentación en Madrid, que tendrá lugar en el Círculo de Bellas Artes el día 5, convocada por el Club de Debates Urbanos. Pero será hoy cuando tenga lugar la primera presentación de todas enLa Vera. El mundo rural se ha adelantado claramente a la metrópoli en un gesto rápido y muy bonito. !Aupa la gente de la Vera! Y muchas gracias desde aquí a toda la gente que estáis haciendo esto factible. Un besote muy fuerte para tod@s de Ramón.
Fue el cinco de enero cuando lo supe. Nos dirigió una carta a todos los amigos y conocidos enviándonos su último texto, como siempre para difusión libre y gratuita, sobre el Fin del Cambio Climático. Al final nos comunicaba que se iba a retirar por problemas de salud y adiviné que se le había vuelto a reproducir el cáncer. No lo podía creer. Había entrado en el correo justamente para escribirle. Y lo hice. Le transmití todo mi ánimo para esta nueva lucha y le pedí autorización para publicar un texto suyo enla revista. Merespondió rápida y positivamente, cariñoso como siempre.
Abrí el archivo adjunto, la carta de despedida. Nunca he leído un texto igual. Sólo podía ser de Ramón. Era Ramón. Te ves en su situación, afrontando y preparando el final, haciendo un repaso de tu vida. Una vida, la suya, intensa, libre, llena de afectos, anticipatoria, abriendo camino permanentemente, trazando mapas para orientarnos. Una vida de ideales encarnados. Tienes que parar de leer. La emoción te embarga. Pero sigues hasta el final. Y recuerdas cómo lo conociste. Fue a través del primero de sus libros, La Explosión del Desorden. Haces memoria para ubicarlo en el tiempo, un tiempo bisagra. Había nacido Guillermo. Acababa de dejar el grupo militante en el que me formé para luchar por las injusticias del Norte contra el Sur. Y acababa de poner en marcha la ONG que luego Laura llamaría mi hija, esa hija que no he tenido. Y justamente entonces un grupo de filósofos me habían invitado a preparar un seminario sobre las Relaciones Norte Sur. Y fue en ese contexto en el que cayó su libro entre nuestras manos. Nos lo devoramosMiguel Angely yo. Fue tan poderosa la impresión que nos causó y éramos tan osados que averiguamos la forma de contactar con él y lo invitamos ala Escuela. Yvino. Y empezamos a descubrir cómo era. Descubrimos cómo junto a su incisiva y poderosa capacidad de análisis y de síntesis había una persona que era pura emoción, pura afectividad, pura generosidad sin límites, un enredante, un tejedor. No conseguí ponerle fecha a ese primer encuentro personal pero sí recuerdo el espacio del segundo, un pequeño despacho de la Escuela, aprovechando una visita a Sevilla. Allí nos reunimos los compañeros de la asociación con él, lo pusimos al tanto de nuestros enredos en los barrios, nos puso en relación con otros grupos de Sevilla. Repasando mentalmente quise reconstruir los siguientes. La presentación de un libro en Sevilla, la coincidencia en unas Jornadas organizadas por la UNIA en Tarifa sobre Capitalismo y Territorio, sus magistrales intervenciones en las dos primeras ediciones en el máster… Me supo a poco. En la carta nos anunciaba que sería en mayo cuando nos dejaría, sin precisar fecha, invitándonos a una fiesta en la aldea de Pelegrina en la que él ya no estaría. También nos anunciaba una serie de actos de presentación de sus dos últimos libros. El del Pumarejo, en Sevilla, me llegó por varias vías. Era jueves por la tarde, en hora de clase. Pero no pude dejar de ir. Pedí a una compañera que me sustituyera y encontré asiento en primera fila. En frente, en la mesa, todos amigos. Fueron tomando la palabra uno a uno. Me impresionó Marta. Ella también lo había conocido a través de la Explosión del Desorden y ese libro, y conocer después a Ramón, nos dijo que marcaron su vida. Ramón ha sido clave para configurar mi manera adulta de estar en el mundo, pero sobre todo, Ramón me ha ayudado a ser mejor persona. La emoción la obligó a detenerse, a respirar profundamente para poder seguir. Después de que terminaran los oradores empezó a intervenir el público. La sala estaba llena y fueron muchos los testimonios. Como no podía ser de otra manera quedamos en un nuevo acto en el que nos veríamos tras haber leído sus libros para comentarlos y comentar su carta de despedida. La conciencia del límite, de la biosfera, y la conciencia del límite, dela vida. Yme los llevé conmigo, junto con varios libritos de poesía, al Cabo de Gata. Su último libro, El fin del capitalismo global, es un boceto que tendrá que terminar un amigo de Ecologistas. Hasta eso dejó arreglado. Un boceto imprescindible para anticipar y preparar lo mejor posible el futuro. Su lectura me llevó a escribir un pequeño ensayo que difundí entre los amigos. Retomé el tema de apocalípticos e integrados que surgió en el debate de aquél seminario de filosofía. Y Juan, que lo leyó, me invitó a que preparámos juntos el seminario sobre Ramón para final de mayo. Ramón estuvo presente en nuestras conversaciones de Montevideo. Sus últimos libros iban en la carpeta de materiales para los alumnos del curso que allí impartimos. Comenzaba mayo y esperaba que cualquier día llegarala noticia. Fueel día diez.
Esteban de Manuel Jerez
Sevilla 18 de mayo de 2011
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