R de Reducir y de Reciclar: mermelada de pulpa de naranja


Amanece soleado en Sevilla este día treintauno de diciembre de 2011. Después de un tranquilo desayuno, con el nuevo disco de Marisa Monte de fondo, Elisa saca de la nevera el tarro en el que ha ido guardando la pulpa de naranja residual recuperada del exprimidor con el que hacemos los zumos. Me pide que busque en su libreta de recetas la mermelada de pulpa de naranja de nuestro amigo Antonio. Siempre ponemos el nombre de la persona que nos pasó la receta en un ejercicio de creative commons o conocimiento compartido que ha ido creando y compartiendo conocimiento gastronómico, y de sabores, de generación en generación. Pesamos la pulpa de naranja e idéntica cantidad de azúcar y las mezclamos en un cazo que pondremos al fuego. Añado las raspaduras de una naranja. Cojo otra y corto en finas tiritas su piel. Las hiervo cinco minutos para quitarles amargor y las añado al cazo anterior, una vez escurridas. Exprimo el zumo de un limón, lo añado y pongo todo al fuego. Elisa me toma el relevo y se ocupa de remover hasta que la caramelización del azúcar y la vaporización del agua le hacen tomar la consistencia adecuada. De vez en cuando saca una pequeña porción de la mezcla y la pone sobre la encimera de granito para comprobar su evolución con el dedo. Una vez alcanzado el punto, y eso requiere ejercitar el juicio a base de experimentación, se aparta del fuego y se vierte en el tarro. Se deja reposar destapado hasta que alcanza la temperatura ambiente y la mermelada está lista para ser cerrada y guardada en la nevera.

Mientras corría por el río Guadalquivir esta mañana festiva del día dos de enero de 2012 pensé escribir este relato. Todos hacemos o podemos hacer cada día pequeños gestos como este. Es importante hacerlos visibles y compartirlos. Pienso iniciar una serie sobre cómo podemos reducir nuestra huella ecológica con pequeñas decisiones que tomamos en el día a día. Y me propongo hacer ver como al hacerlo no sólo no disminuimos nuestra calidad de vida sino que la aumentamos. Así es fácil explicar el decrecimiento como algo que requiere la colaboración de todos nosotros a través de una nueva conciencia, ecológica o biosférica, que replantee nuestra forma de relacionarnos con la naturaleza y entre nosotros, volviéndo a insertarnos en ella, aprendiendo de ella, imitándola, para lograr encontrar un equilibrio que nos permita satisfacer nuestras necesidades con lo que ella nos puede dar.

Pongo a hervir el agua para prepararme un mate. Elijo un CD de reggae para acompañar un desayuno energético. Pongo sobre la mesa el tarro de la mermelada de naranja. Tuesto las rebanadas sobrantes del pan que hicimos ayer. Las riego con aceite de producción ecológica y extiendo encima una generosa porción de la mermelada. ¡Está deliciosa!. Conversamos. Escuchamos música. Después de recoger la cocina cojo el libro de Rifkin de la Tercera Revolución Industrial y pongo a Ella Fitzgerald en el reproductor. Su música me inspira y suelto el libro y busco el portátil.

Pienso en la mermelada de naranja. La que compramos habitualmente tiene la etiqueta «naranjas de Sevilla». Fueron los ingleses quiénes la descubrieron. Las naranjas de la capital del azahar son recogidas cada año antes de que se caigan al suelo y se pudran y son enviadas a Inglaterra. Allí son transformadas en mermelada, una parte de la cual nos venden luego. Pienso en la cantidad de kilómetros, impulsados por combustibles fósiles, necesarios para que esos tarros lleguen a nuestra mesa. Haciendo mermelada en casa Reducimos el consumo energético necesario para llenar el tarro de mermelada. Y Reciclamos y convertimos en alimento algo que normalmente tiramos a la basura, la pulpa sobrante de exprimir los zumos de naranja. Y pienso en la satisfacción que me produce manufacturar nuestra propia mermelada, saborear algo que hemos hecho nosotros. Y pienso en la satisfacción que experimenta Elisa al compartir, en realidad al propiciar un mecanismos de trueque, esa mermalada con su compañera María. Mañana le llevará un tarro a la oficina. Ayer por la noche nosotros degustamos una crema de whisky que ella hizo y nos regaló. Y pienso en cómo emerge de nuevo una economía sin dinero, a pequeña escala, a escala humana, que nos permite satisfacer pequeñas necesidades con un valor añadido, el de establecer vínculos afectivos entre nosotros. Y me pregunto: ¿cómo quedará recogido este episodio en las estadísticas del P.I.B.? Y pienso cómo este obsoleto indicador es incapaz de medir lo que realmente importa y nos da calidad de vida.

Acerca de estebandemanueljerez
Profesor e investigador en la acción por el Derecho a la Ciudad. Me emergen ensayos y relatos, de tarde en tarde poemas. Trabajo como profesor en la Universidad de Sevilla y colaboro con el Taller Ecosocial.

7 Responses to R de Reducir y de Reciclar: mermelada de pulpa de naranja

  1. Itziar says:

    Me quedo con estas ultimas frases que has escrito. ¡¡¡Cuanto nos queda por escribir, pensar, emerger, satisfacer, vincular, repensar,… para construir alternativas!!!!!!! Y lo mejor de todo, es que todas las personas somos necesarias en el proceso.

    Y pienso en cómo emerge de nuevo una economía sin dinero, a pequeña escala, a escala humana, que nos permite satisfacer pequeñas necesidades con un valor añadido, el de establecer vínculos afectivos entre nosotros. Y me pregunto: ¿cómo quedará recogido este episodio en las estadísticas del P.I.B.? Y pienso cómo este obsoleto indicador es incapaz de medir lo que realmente importa y nos da calidad de vida.

  2. La verdad es que eres admirable en tu empeño y en tu praxis cívica y política

  3. josemalo says:

    qué dulce Relato.
    y gracias por la Receta!
    Refeliz 2012

  4. Blete says:

    Vaya, me iba a pedir la 3ª ‘R’ de reutilizar, pero ya veo que una tal María ha llegado antes, jeje.

    Cuando me especialice en cerveza casera os puedo mandar una cata (eso si no me detienen antes por intento de hundir la economía sevillana reduciendo el consumo en los bares..)

  5. marina says:

    Muy bonito!
    besos

  6. letipa says:

    gracias por este relato, es precioso levantarse y ver estas cosas, aunque lo hagas casi un mes después y de casualidad al releer el asunto de un email que te parece interesante y, sobretodo, que has decidido tener tiempo para poder abrirlo y disfrutarlo.
    aquí te paso este link, http://rezetascatering.wordpress.com/, donde estamos planteando visiones de autogestión, creative common, conocimiento colectivo…a partir de la cocina. BUEN DÍA!

  7. Pingback: Mermelada de cítricos//reutilización y consumo de productos locales | rezetas

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