hacia la construcción de una mayoría social que cambie el rumbo
enero 28, 2013 1 comentario
El pasado sábado 26 de enero se celebró en Granada el Congreso Constituyente de Izquierda Abierta. El proyecto se presentó con la finalidad de servir de catalizador de la izquierda social, política y de los movimientos sociales, con objeto de plantear una alternativa a las políticas neoliberales y para cambiar la forma de hacer política. Ambas cuestiones van indisolublemente unidas y son necesarias iniciativas de este tipo que contribuyan a ello. Por eso, en nombre de Equo Andalucía dí la bienvenida al nacimiento de este nuevo partido, con el que compartimos muchos objetivos políticos . En Equo Andalucía compartimos la idea de la necesidad de cooperar con otras fuerzas políticas y sociales para frenar el ataque del capitalismo financiero y multinacional a los derechos económicos, políticos y sociales de la ciudadanía. Y compartimos la idea de que para que ello sea posible el reto es crear espacios de encuentro con los movimientos sociales y crear nuevas formas de cooperación entre partidos políticos y movimientos sociales. Tras el debate al que he asistido en este congreso y tras el debate que mantuvimos en el congreso de Equo Andalucía cada vez voy viendo más claro cual puede ser la hoja de ruta y el camino a seguir.
En primer lugar, es preciso darse cuenta desde los partidos políticos y los sindicatos, que son los movimientos sociales, confluyentes en el 15M, el 25S y en las mareas ciudadanas, y otros movimientos y organizaciones sociales previamente existentes, quiénes han dado una respuesta social que ha puesto en evidencia que el sistema no funciona, que la democracia no es real, que los bancos imponen su ley a la política y pisan a la economía real y a la sociedad, que el gobierno elegido en las urnas ha perdido la legitimidad para seguir gobernando y hay que pedir su dimisión, que es preciso iniciar un proceso constituyente, que necesitamos un nuevo pacto ciudadano con renta básica universal de ciudadanía y que necesitamos repartir el trabajo, que podemos resolver la ecuación de gente sin casa y casas sin gente gestionando socialmente las viviendas vacías, que las mujeres no pueden seguir siendo invisibilizadas ni pagar la peor parte de la crisis, que la juventud no puede seguir sin futuro, que necesitamos otros bancos con fundamento ético y ecológico para financiar la transición del modelo productivo, que precisamos una reforma fiscal verdaderamente progresiva y redistributiva, que no podemos salir de la crisis sobre la base del crecimiento ilimitado en un planeta limitado, que tenemos que recuperar el equilibrio con la naturaleza. Desde esa constatación es preciso darse cuenta de que aún no hemos sabido ofrecer una articulación política parlamentaria que de respuesta a esta demanda social. Y que es fundamental dar una respuesta a la altura de lo que demanda la sociedad para recuperar la confianza en la política partidista y poder salir de la crisis. Esto debe llevarnos a todos los partidos políticos transformadores a anteponer los intereses de la sociedad sobre los de nuestros grupos y a cooperar. Paralelamente es fundamental también que los sindicatos mayoritarios reconozcan esto para abrirse y poder confluir con las mareas ciudadanas y los movimientos sociales que les han cuestionado, con razón. Partidos y sindicatos deben dar pasos claros de acercamiento y de modificación de sus formas de hacer política y acción sindical para abrirse a la sociedad y poder confluir con los movimientos sociales en la construcción de una mayoría social. Y para ello, desde la constatación de que el modelo de la transicición está agotado hay que reivindicar una segunda transición más amplia y ambiciosa que la primera, que deber ser política pero también económica, social y ambiental. Transición que requiere la puesta en marcha un proceso constituyente que cree nuevas reglas de juego y que plante cara al capitalismo financiero internacional. Un primer paso se podría dar, tal y como propuso Gaspar Llamazares en la apertura del congreso de Izquierda Abierta, presentando una moción de censura a un gobierno totalmente desligitimado, corrompido y carente de ideas para salir de la crisis. Aquí Compromis-Equo debería trabajar con Izquierda Plural y con el resto de la oposición que esté dispuesta a adherirse.
En segundo lugar, los movimientos sociales deben comprender que la lucha en la calle debe llevarse al parlamento y deben estar dispuestos a colaborar con los partidos políticos transformadores para hacerlo posible, construyendo un programa de salida de la crisis de abajo a arriba y configurando una candidatura abierta, con participación de ciudadanos y ciudadanas independientes, activos en los movimientos sociales, y activistas de los partidos políticos transformardores, con configuración de las mismas con listas abiertas y primarias, y con la firma de un contrato que ligue a los candidatos electos con el programa aprobado de esta forma. Aquí deben confluir las mareas ciudadanas, las asambleas constituyentes, los movimientos 15M y la coordinadora del 25S.
Para que ello sea posible creo que el primer paso lo debemos dar los partidos políticos y los sindicatos. ¿Estamos dispuesto a ello? Algunos creo que sí. Espero que Equo e Izquierda Abierta puedan cooperar en hacer de catalizadores.
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