Jnane Aztout, Nosotros también somos medina
mayo 28, 2013 9 comentarios
Mañana 29 de mayo salgo para Larache, para participar en la Conferencia Final del proyecto de cooperación de Jnane Aztout. Va a ser una fiesta, una gran fiesta. Vamos a hacer memoria, vamos a recordar de dónde partimos y dónde estamos, vamos a proyectarnos hacia el futuro. Lo que empezó como «una fábrica de sueños«, en un barrio chabolista pegado a la medina, asomado a la desembocadura del Lucus, habitado por pescadores nacidos en él, es hoy una realidad, dinámica, provisional, pero una realidad. Las chabolas han sido sustituidas por casas. Las casas tienen agua corriente. A las casas se puede llegar por calles con nombre, con piso firme, de enchinado y ladrillo. Es una realidad provisional porque aquí como en América Latina la gente vive construyendo. Ahorran, compran materiales, compran cal, compran plantas y mejoran sus casas y sus calles, siempre. Vamos a inaugurar un barrio que seguirá mejorando, que seguirá construyéndose por sus vecinas y vecinos.
Lo que parecía improbable se hizo posible. Parecía improbable cuándo contactamos con el barrio por primera vez, en primavera de 2005. El alcalde acaba de enviar los bulldozers para derribar las chabolas y abrir una calle lanzando un mensaje poderoso: ustedes tienen que irse, viene el imparable avance del progreso. Progreso que imita el modelo de desarrollo de aquí y transforma en ladrillo inmobiliario todo lo que toca. Ladrillo promovido por el propio alcalde, como dueño y propietario de la mitad de la ciudad de Larache. Quería convertir unas naves de talleres artesanales de su propiedad, y de paso todo el barrio de Jnane Aztout, en un impresionante mamotreto. ¿Es posible detener un proyecto así en Marruecos? El azar quiso aliarse con los vecinos y vecinas de Aztout. El primer edificio derribado por las máquinas de guerra del alcalde fue una mezquita de latas. Mezquita al fin y al cabo. Suficiente para justificar la ira popular que fue en masa a la Delegación del Gobernador para exigir que detuviera las máquinas. Y ahí terminó la suerte del alcalde y empezó la de los vecinos.
La historia de Jnane Aztout es larga, llena de detalles y de aprendizajes para todas aquellas personas que hemos participado en la misma. Destaco un aprendizaje. El poder de las metáforas para cambiar el mundo. Cuando Jnane Azout era un barrio de lata amanezado unas metáforas nos hicieron soñar con un futuro posible: «Nosotros también somos Medina«. Cuándo decíamos eso queríamos decir, nuestro barrio es como la medina, va a ser tan bonito como la medina, se le parece por sus calles irregulares, por sus parcelas y sus casas todas diferentes, por sus casas encaladas con zócalos pintados de añil. Pero decíamos también que nosotros somos ciudad, tenemos derecho a la ciudad.
Hace nueve años, en primavera de 2004, viajé a Larache con la impresión fresca en mi retina de mi visita a la torre 5.7 de «Las Vegas», la zona más degradada del barrio conocido en todas partes como las 3000. Esa visita me impresionó e inspiró mi visión de fotográfo denuncia, más que la del fotógrafo técnico que tenía que tomar datos del bloque que había recibido el encargo de rehabilitar. Tenía que impartir una conferencia en unas Jornadas sobre Rehabilitación de Ciudades Históricas. Y con esas imágenes frescas en mi memoria, con la impresión que me había causado una pintada callejera que decía «Nosotros también somos Sevilla», me paré a pensar. ¿Qué puedo contar yo aquí, en Larache, cuándo en Andalucía tenemos edificios de vivienda pública chabolizados, que parecen estar ubicados en una zona de guerra, con alambradas de espino que separan unas torres de sus torres vecinas, con plantas libres de la mejor tradición corbusierana en las que en lugar de fluir la naturaleza fluye la inmundicia, con pisos cuyos tabiques parecen haber sido agujerados por las bazocas de las tropas israelíes persiguiendo a los palestinos. Entonces escribí y conté el cuento del Príncipe, el Pueblo y el Arquitecto. Me hacía preguntas sobre lo que estaba pasando en Sevilla, perplejo, al tiempo que empecé a establecer mi vínculo emocional con la ciudad de Larache.
«A pescar el atún«. Esta fue la metáfora que construimos para proponer que podríamos conseguir las viviendas como se consiguen los atunes. Ellos saben mucho de eso. Hay un gran trabajo colectivo previo hasta conseguir armar una almadraba en la que atrapar los atunes. Si cada cuál lo intenta por su cuenta no es posible pescar el atún. Si se organizan pueden conseguir sus viviendas. Y nos pusimos a pescar el atún enredando saber popular y saber interdisciplinar. Por el barrio pasaron expertos vivienda, ciudad y paisaje de diversa procedencia geográfica y especialidad. Aquí han aprendido varias promociones de jóvenes estudiantes de arquitectura de la Universidad de Sevilla y nos han acompañado becarios andaluces y de diversos países europeos. Y hemos aprendido a «trabajar-con«, que es el significado de cooperar.
Enhorabuena! Este proyecto tiene tintes de epopeya, es un trozo de vida de un montón de gente. Enorme trabajo el de toda la gente del barrio y todos los técnicos marroquíes y españoles que han dejado su esfuerzo allí, sobre todo los que han vivido el proceso completo.
Que lo disfrutéis muchísimo.
Abrazos!
jose
gracias Jose, te echaremos de menos pero saldrá tu foto firmando el convenio de cooperación con la widadiyat en febrero de 2006. Un abrazo
Enhorabuena, Esteban, a ti, a todos/as los/as colegas que habéis hecho realidad ese sueño y a la gente de Jnane Aztout que tuvo la suerte de coincidir, en el tiempo y en el espacio, con ese colectivo de gente ilusionada que lideras. Ese barrio ha sido y va a seguir siendo un laboratorio donde se aprende el derecho a la ciudad. Abrazos. Paco García
Gracias Paco. Sí, ha sido una gran confluencia de factores y mucha, mucha cantidad de energía aportada, la que lo ha hecho posible. En el barrio están eufóricos. Un abrazo
Enhorabuena! Disfrutad de la fiesta.
Abrazos,
Txema
gracias Txema, un abrazo
Enhorabuena!! Es realmente un sueño hecho realidad!! Un poquito de mi corazón está ahí. Un abrazo Esteban y a tod@s!
Haber formado parte de ese proyecto, aunque fuera en una mínima parte, fué una experiencia que no te deja indiferente y sobretodo que nunca olvidaré. Espero que haya sido una gran fiesta!!
Un saludo
Ha sido una experiencia muy emocionante. La plaza y el barrio es la plaza y el barrio de las niñas y niños. Están felices! Me traigo en el corazón la alegría y el agradecimiento sincero las vecinas y vecinos de Jnane Aztout a todas las personas que han cooperado en el barrio. Un saludo