Por Juan F. Ojeda Rivera. Profesor jubilado de Geografía y secretario ejecutivo de IESMALÁ (Instituto de Estudios Sociales del Mediterráneo, África y Latinoamérica) (www.iesmala.org)
Asentamiento chabolista en el Campo de Níjar, Almería. Fotografía: Esteban de Manuel Jerez, noviembre de 2019
En estos días de confinamiento responsable y obligada introspección, estoy recibiendo continuas reflexiones y relatos de amigos que me interpelan y, a veces, comparto. Tal esfuerzo por compartir o matizar posiciones me conduce inexorablemente a buscar las raíces de mis convicciones.
Mi vida y las de muchos que hemos recorrido gran parte de la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI, están marcadas por un virus que se ha encarnado sustancialmente en nuestras personas, conformándolas como tal e hiriéndolas y enorgulleciéndolas, a la vez. No se trata de una pandemia, como el dichoso coronavirurs, sino de un virus muy selectivo y casi exclusivamente transmisible entre los que conformamos los estamentos o clases medias: aquellos que hemos tenido la suerte o capacidad de poder filosofar y de poder valorar la cultura o el disfrute como dones gratuitos. Y, con ello, podemos contar con la libertad que nos otorgan tanto el tener resuelto nuestro “primum vívere” como el no preocuparnos por guardar porque vivimos al día y no somos objetivos prioritarios de ladrón alguno.
Las Cinco ramas del árbol de la Vida. Dibujo de Esteban de Manuel
El COVID-19 nos está sometiendo a una prueba para la que no estábamos preparados. Y estamos respondiendo a ella en distintos niveles de distintas formas. Hans Klue, Director Regional para Europa de la O.M.S. ha sintetizado así cómo lo estamos haciendo en España: “Estoy profundamente impresionado por el heroísmo de los profesionales sanitarios, la solidaridad de la sociedad española y la resolución del gobierno». Coincido con esa apreciación general pero no todo el mundo lo ve así. Es importante analizar con distancia los distintos tipos de reacciones, pero lo es todavía más enmarcar esta crisis en sus causas y consecuencias para extraer conclusiones y orientar nuestra acción. Vivimos en el siglo de la Gran Prueba, nos advierte el filósofo Jorge Riechmann, y vamos a necesitar poner en juego la mejor versión de nosotras y nosotros mismos para superarlas con el menor daño posible y poniendo las bases para un futuro mejor. Está ocurriendo espontáneamente para hacer frente a la emergencia sanitaria. Pero al mismo tiempo estamos viendo cómo otra parte, minoritaria pero muy orquestada, está mostrando su peor cara. Hay inercias e intereses muy fuertes que tendremos que vencer y que se movilizan a través de emociones muy poderosas: el miedo y el odio.
Jornadas sobre respuestas políticas a la Emergencia Climática. Equo Verdes Andalucía, Jaen 14-15 de septiembre de 2019
Esta semana el movimiento 2020 Rebelión por el Clima ha pasado a la acción directa no violenta. Estamos en #emergenciaclimática Universidades, ayuntamientos, parlamentos la están decretando. Las evidencias científicas son aplastantes y el tiempo para cambiar de rumbo se agota. Es una paradoja que el parlamento español se haya disuelto al día siguiente de decretar la emergencia climática. Es una gran irresponsabilidad que da poca credibilidad a la medida. Es necesario recordar que los partidos que la han suscrito no hablaron de este tema en los debates electorales de la campaña del 28 de Abril. En Jaen, en vísperas de las movilizaciones por el Clima, convocados por Equo Verdes Andalucía nos dimos cita para ver qué respuesta podemos dar a esta situación desde la política.
¿Por qué estamos en emergencia climática? ¿Qué consecuencias puede tener? ¿Cómo abordar el tema desde la política? Ante todo, tenemos que hablar claro, como nos pide la juventud, tanto de las causas como de las consecuencias de seguir sin hacer lo suficiente. Cada año siguen subiendo las emisiones contaminantes al ritmo del crecimiento de la economía consumista de usar y tirar. No podemos seguir con ese modelo y no podemos seguir quemando petróleo, gas y carbón. En frente tenemos intereses económicos muy poderosos a los que nos tenemos que enfrentar con un gran pacto político y social que nos permita construir mejores condiciones para quienes habitamos el planeta y para las generaciones futuras.
Necesitamos una respuesta política a la altura del reto gigantesco al que nos enfrentamos fundada sobre los principios de justicia, equidad, solidaridad y cooperación. Con las generaciones presentes y futuras de todo el planeta. A esa respuesta le llamamos Un Nuevo Contrato Social Verde o Green New Deal.
¿En qué consiste el Green New
Deal o Nuevo Contrato Social Verde?
Dónde están nuestras amenazas está también nuestra oportunidad. Los cambios a emprender requieren grandes inversiones en sectores verdes intensivas en creación de empleo. Al mismo tiempo es una oportunidad de impulsar el cambio social y profundizar en igualdad y justicia social. Se requiere pedagogía social, implicando a la población en el diagnóstico del problema y en la búsqueda de soluciones. Y se requieren ambiciosas políticas públicas que impulsen y escalen soluciones que funcionan y que en muchos casos ya está implementando la sociedad de abajo a arriba:
En rehabilitación energética de edificios para reducir el consumo de energía y por tanto las emisiones de CO2. Tenemos que ir rápidamente hacia edificios de consumo cero, autosuficientes energéticamente. De paso combatiremos la pobreza energética y crearemos empleo en el sector de la construcción sostenible.
En transporte urbano, interurbano y de mercancías, para reducir el tráfico privado en circulación y reducir así las emisiones de vehículos privados y electrificar rápidamente el transporte público. Iremos hacia ciudades y carreteras con menos coches. Con aire más limpio, con más y mejor espacio público para pasear y para encontrarnos con nuestras vecinas y vecinos.
En energías renovables, poniendo a producir nuestros tejados en viviendas, edificios públicos y empresas. De manera distribuida y cooperativa preferentemente.
En economía circular, para suprimir la cantidad de plásticos y otros materiales en circulación y avanzar rápidamente hacia residuos cero, creando empleo en la “minería urbana”.
Con una nueva ordenación del territorio que recupere una relación más equilibrada entre la ciudad y el campo, apostando por un medio rural vivo como motor de la transición ecológica. Con un ambicioso plan forestal, apoyando la ganadería extensiva y la artesanía de sus productos cárnicos y lácteos derivados, recuperando los saberes agrícolas tradicionales y las nuevas técnicas de manejo agroecológico. Ofreciendo vivienda y empleo al mundo rural y a la juventud desempleada de nuestras ciudades. Con ciudades llenas de árboles, fachadas y terrezas verdes, para reducir la temperatura e incrementar los sumideros de CO2. Ciudades más limpias, más vivas, con más comercio de cercanía con más viviendas asequibles, más seguras para niños y niñas que recuperarán las calles, más seguras para todas.
Con medidas de reparto del trabajo productivo y de cuidados, de forma equitativa entre hombres y mujeres.
Con una red social que garantice derechos para todas: en educación, salud, vivienda, transporte público y con ingresos mínimos garantizados mediante una Renta Básica Universal.
Con más y mejor democracia, tanto representativa como participativa, porque el gran pacto social no se sostiene sin la participación de todas las personas implicadas que pasaremos de ser espectadoras y consumidoras a ser, ante todo, ciudadanas.
Con más igualdad entre hombres y mujeres
Estas son las ideas fuerza de las que partimos para elaborar nuestro programa. Con soluciones ya aplicadas con éxito y que necesitamos escalar e implementar en muy poco tiempo. Pero la principal conclusión es que el Plan de Acción, o mejor dicho los planes de acción que tendremos que elaborar en municipios, parlamentos autonómicos y estatales, en universidades y empresas, tendrá que ser resultado de amplios procesos participativos bien informados y bien conducidos metodológicamente. Tenemos poco tiempo, enormes dificultades, pero tenemos una oportunidad de activar una espiral virtuosa que genere esperanza.
B
Hoy día después del 2D que ha tambaleado Andalucía, a pesar del gris y negro dominante en las urnas, no hay tiempo que perder lamiéndonos las heridas. Es momento de reflexionar para actuar en consecuencia. Los análisis de los resultados que he podido leer y escuchar a líderes políticos de los cuatro grandes y a los tertulianos, adolecen en mi opinión de perspectiva para interpretar lo que ha pasado en estas elecciones.
Andalucía ha servido de prueba piloto de la campaña que prepara el populismo ultraconservador y xenófobo en Europa. En uno de los debates de campaña, en Dos Hermanas, uno de los participantes expuso por qué Andalucía reúne las condiciones para que sea tierra fértil para el mismo: 40 años de un gobierno incapaz de reducir la desigualdad y la pobreza, que amenaza al 46% de la población, situación fronteriza, cultura cortijera y caciquil persistente. Y ha irrumpido con mucha más fuerza de lo que los peores augurios pronosticaban. Esto no se detiene con populismo de izquierdas, sólo es posible mediante pedagogía social. Pero exige muchas manos, corazones y mentes dispuestas a hacerlo, cada cuál desde su lugar. Requiere comenzar con el diagnóstico, cosa que no ha sabido o querido hacer el populismo de izquierdas.
Vamos en el titanic y sólo podremos cambiar el rumbo si lo advertimos a todos sus pasajeros y dejamos a un lado la batalla de las banderas. No hay botes salvavidas para todas. Cambiar de rumbo significa aceptar que vivimos en un planeta finito en el que no podemos seguir engañanndo a la gente vendiendo crecimiento, como han hecho los cuatro partidos mayoritarios. La vía del crecimiento sólo es posible mantenerla con una drástica disminución de la población, para lo cuál, dicho sea de paso, es muy funcional la emergencia del neofascismo a nivel mundial: guerra por los recursos, por el espacio vital, apoyada en la xenofobia, en buscar un chivo expiatorio, que en USA como en Europa no es otro que el migrante y refugiado la víctima propiciatoria principal. Aprovechamos para pedir a Somos Migrantes que tengan a bien no volver a excluirnos en los debates sobre migración, porque probablamente nuestro silenciado discurso pueda aportar luz.
Hay que decir que el escenario de guerra y odio se abre como el más probable para este capitalismo que choca con los límites. Y que la alternativa, una salida cooperativa, solidaria que busque el equilibrio con la naturaleza es posible, aunque improbable. Pero sólo será posible si decimos la verdad a la gente. Quiénes teniendo altavoz han hecho dejación de responsabilidad en estas elecciones deben pensar en ello. Abren la puerta de par en par con su silencio a la derecha xenófoba y autoritaria.
Hoy más que nunca es necesario comprometerse por la vía alegre del decrecimiento de nuestra huella ecológica. Es posible vivir mejor consumiendo menos energía y menos recursos. Para ello tenenemos que volver a ordenar nuestra escala de valores y repensar cómo nos movemos, alimentamos, producimos y consumimos nuestra energía y todos los bienes necesarios para asegurarnos un buen vivir en equilibrio con la naturaleza. Llevamos muchos años trabajando en esa línea. Pero somos demasiado pocas personas comprometidas en esta vía y apenas tenemos recursos. El primer y principal somos las personas. Es hora de dar un paso al frente en verde y recuperar el espíritu del 15M, con su horizontalidad, haciendo pedagogía social en las plazas, construyendo un espacio transversal e inclusivo, dejando atrás la verticalidad y el sectarismo que hace irreconocible el proyecto inicial del cambio en Andalucía. Dejemos a un lado el populismo que es una vía muerta para el cambio que necesitamos. Necesitamos fundar el proyecto en los cuidados, entre las personas y de las personas hacia la tierra de la que depende nuestra superviviencia, en igualdad, de forma cooperativa y solidaria. Un abrazo y todo el ánimo del mundo.
No es una buena noticia que los promotores de Adelante Andalucía, que han impulsado una candidatura para promover un cambio de modelo productivo en Andalucía, no consideren necesario que la voz de la ecología política esté representada en el parlamento. Hemos trabajado en el proyecto aportando ideas para el programa. Ideas que están siendo usadas. Pero parece que no comprenden que las ideas están encarnadas en personas y que estas personas son necesarias para defenderlas. Aquí tampoco vale «copiar el programa». En tiempos de gran confusión, en la que el viejo paradigma productivista impregna el discurso de derecha e izquierda, es imprescindible que la ecología política esté como un actor de igual nivel pilotando la nave del cambio. No lo han entendido así Maíllo y Teresa que ya de inicio nos negaron la posibilidad usando argumentos de poder, de política vieja. Dicen que Equo no tiene fuerza suficiente como para aspirar a estar representada en el parlamento andaluz. Ignoran el valor de la fuerza de las ideas. Valor imprescindible para orientar la necesaria transición ecológica que urge impulsar. Si no lo tienen claro ponen de manifiesto una debilidad de base del proyecto: hacia dónde se debe dirigir. Falta de visión preocupante en un proyecto que no es capaz de ver sus propias limitaciones cuando de alumbrar algo nuevo se trata. Y se nos acaba el tiempo.
Seguiremos atrapados en dilemas falsos que contraponen empleo y medio ambiente, empleo y paz, y que dan prioridad al empleo aunque el precio sea la muerte de inocentes en Yemen o el calentamiento global que haga el planeta inhabitable, y finalmente, sin empleo para nadie. No se pueden encontrar soluciones a los retos de presente en Andalucía desde el paradigma productivista que comparten IU y PODEMOS. Y como no son conscientes de ello, creen que pueden prescindir de la ecología política. Su error lo vamos a pagar todos. A corto plazo será un proyecto que nace fallido y una pérdida de tiempo. Pero tal vez sea la única manera de empezar un nuevo proyecto que no se vierta en odres viejos. Tal vez la única forma de que crezca la alternativa ecológica sea desde un movimiento social, cultural económico y político que parta del nuevo paradigma sin el lastre del viejo. Como corredores de fondo que somos empezamos la carrera en solitario y pediremos el apoyo de los andaluces en las urnas para ello.
Debe estar conectado para enviar un comentario.