
El congreso de Equo Andalucía ha servido para tomarle el pulso a la grave situación andaluza, para construir una estrategia de acción de forma participativa y para definir el modelo de organización política que queremos. Del diagnóstico participativo extraemos dos ideas fuerza.
La primera de ellas es que nos encontramos ante una agresión desde el capitalismo neoliberal a todo lo público y a nuestros derechos económicos y sociales. La crisis está siendo aprovechada por el capitalismo como oportunidad para imponer las políticas de ajustes y privatizaciones, en Europa, que lleva tres décadas imponiendo a los países periféricos y que no hubieran sido aceptadas de otro modo en los países centrales. Ha sido precisa una grave crisis económica y financiera para profundizar en estas políticas hasta límites que no hubieran sido social ni políticamente admisibles de otro modo. Y del aprendizaje del efecto de esas políticas en aquellos países en los que se ha aplicado se obtiene la conclusión de que sólo producen beneficios al capitalismo global a costa de un gran sacrificio social. Artífices de estas políticas en Europa, España y Andalucía son todos aquellos gobiernos que privatizan lo público y recortan derechos económicos, sociales y políticos, sin distinción de ideología de partida. Europa construyó desde la estrategia de Lisboa hasta el proyecto de constitución europea un consenso entre los gobernantes de todo color en torno a las políticas que están aplicando y que tienen su origen en la década de los ochenta, con las primeras oleadas privatizadoras y «liberalizadoras» de los servicios públicos. Como resultado de las mismas se han creado oligopolios en sectores estratégicos como el de la energía que ahora condicionan las políticas públicas en su beneficio. Frente a esta agresión planificada tenemos que hacer frente a ello de forma cooperativa todas las fuerzas políticas y las organizaciones sociales que nos oponemos a ellas. Aquí el reto es ir sumando a la resistencia activa a esa mayoría social que es víctima de estas agresiones pero que por acción u omisión contribuye a sostenerlas. El poder tiene resortes de creación de opinión que les permite crear el discurso que conviene para aplicar sus políticas. Así, las víctimas de la crisis han pasado a ser percibidas como las causantes de la misma, mientras sus verdaderos causantes y principales beneficiarios son ocultados. Es preciso romper la lógica de ese discurso que culpabiliza a los parados, los desahuciados y la sociedad en general por haber vivido por encima de sus posibilidades y generar, en consecuencia, esta crisis. Es condición necesaria para crear una mayoría social suficiente como para detener y cambiar estas políticas. Y todas aquellas organizaciones que compartimos esta visión tenemos la responsabilidad de cooperar para hacerlo posible. Equo está trabajando y seguirá haciéndolo en esa dirección en Andalucía.
La segunda idea fuerza es que nos encontramos ante una crisis que no es sólo económica sino sistémica, estamos ante una crisis civilizatoria. Leer más de esta entrada
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