Andalucía Verde. Ideas fuerza para el programa político de Equo Andalucía

Andalucía tiene el potencial necesario para emprender un ambicioso proyecto de transición ecológica que genere empleo transformando nuestra tierra en una comunidad verde y solidaria, inclusiva y equitativa, de raíces profundamente democráticas. Tenemos sol y viento para generar nuestra propia energía limpia, mover nuestros transportes públicos y alimentar nuestros hogares y fábricas. Tenemos suelo fértil y una sabia y rica tradición agrícola que son la garantía de nuestro sustento. Podemos fabricar y producir en nuestra tierra la mayor parte de lo que necesitamos, con industrias limpias. Tenemos una cultura mediterránea del buen vivir, acogedora y solidaria, creativa y emprendedora.

Necesitamos un proyecto que nos movilice, empezando por nuestra juventud, que merece tener un futuro en nuestra tierra, trabajando para ello y encontrando una vivienda asequible dónde fundar su vida.

Y para hacerlo posible, la cooperación es el camino. La cooperación entre todas las sensibilidades políticas. No podemos permitirnos que la mayor parte de nuestras discusiones se malgasten en enfrentamientos estériles. Necesitamos una política del bien común con amplio consenso social. Cooperar en torno a objetivos compartidos ampliamente por la sociedad. El papel de la política, y eso es lo que nos anima a trabajar en Equo Andalucía, es dar el impulso necesario para hacer posibles los principales anhelos de la sociedad. Ayudar a señalar el camino que merece la pena ser caminado, haciendo camino al andar. Caminos que ya están andando tantas y tantos andaluces.

El programa que proponemos a la sociedad andaluza descansa en diez grandes líneas de acción Leer más de esta entrada

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¿Necesitamos más o menos democracia? Propuesta de Reforma de la Ley electoral en Andalucía

 
Esta tarde defenderé en el grupo de trabajo del parlamento de Andalucía la propuesta de Reforma de la Ley Electoral que elaboramos en Equo Andalucía en 2013. Esta medida se complementaba con la propuesta de ampliar de contenido el Escaño 110, el que permite defender Iniciativas Legislativas Populares en el parlamento. Queríamos facilitar la recogida digital de firmas para esas iniciativas y que, desde el escaño 110, la ciudadanía pudiese proponer y defender directamente iniciativas o hacer preguntas de control parlamentario.
En su momento no tuvimos respuesta a nuestras propuestas. Parecían haber caído en una papelera en lugar de haber sido depositadas en un registro de la institución parlamentaria. Pero esta tarde, cuatro años después, tendré la oportunidad de defender un cambio en la Ley electoral para lograr que todos los votos valgan lo mismo, para eliminar las barreras que impiden que todas las voces estén representadas en el parlamento.
Estamos en una encrucijada en este mundo en crisis. Necesitamos más y mejor democracia si queremos recuperar el afecto y la implicación de la sociedad en la POLIS, en el espacio público de decisión sobre los asuntos de la vida en común. Sin una ciudadanía activa que se sienta corresponsable y tenga capacidad de decisión sobre lo público, cotidianamente, no habrá cambio de rumbo para una civilización que va al colapso.
Si no lo hacemos, si esa mayor democracia no se plasma en políticas equitativas, socialmente incluyentes y ambientalmente sostenibles, no habrá Macron, Clinton, … que puedan evitar que las Le Pen (Francia), los Trump (USA), los Wilders (Holanda), los Hofer (Austria) y otros similares acaben ganando, como ya lo ha hecho Trump, como expresión de la rabia que sienten los ciudadanos ante un mundo que se les cae encima y los aplasta, cuando no los excluye. Y no son opciones populistas las que vienen, son fascistas.
Bien lo explica Olga Rodríguez: «Desde hace un tiempo el establishment, lejos de asumir que es hora de pasar página, de apostar por más democracia y menos saqueo, por más igualdad y menos estafa, prefiere una huida hacia adelante con la esperanza de poder seguir como hasta ahora». Es vana su esperanza.

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De la abstención como protesta al voto masivo alternativo en las urnas

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Hace tiempo que tengo pendiente escribir unas breves reflexiones sobre el polémico libro de José Manuel Naredo, Europa y las elecciones europeas: la abstención como protesta. Y hoy me llega al correo una invitación a asistir al debate que seguirá a la presentación del libro en Sevilla el próximo día 22 de mayo. Lamentablemente no podré asistir al mismo. Y lo lamento porque me encantaría discutir este tema con las personas que van a estar en la mesa y las que admiro pese a que creo que en esto están equivocados de dirección justamente 180º.
Lo voy a hacer desde mi experiencia durante años como activista del voto en blanco y de la abstención como protesta.
Hace ya tres años que pasé de la indignación a la organización para reiniciar la democracia desde las instituciones y crear espacios de democracia participativa desde los que poder gestionar en beneficio de la sociedad, y en equilibrio con la naturaleza, la crisis civilizatoria a la que nos enfrentamos. No se puede estar indefinidamente en contra del sistema esperando a ver si llega el cataclismo que acabe con él, como probablemente ocurrirá. Hay un momento en que tienes que tomar la iniciativa y dedicar tu tiempo, tu capacidad de pensamiento, de emoción y de acción a tratar de movilizar a los indignados hacia un proyecto transformador, también desde las instituciones, porque ese cataclismo, si se produce, puede acarrear millones de víctimas. Yo di ese paso en primavera de 2011 después de leer en el Cabo de Gata el último libro de Ramón Fernández Durán, su libro testamento. La Quiebra del capitalismo globlal: 2004-2030. Ramón, que fue un activista enredante, entusiasmante y contagioso toda su vida, nos llamaba a tomar las instuciones para tratar de mitigar y corregir los efectos devastadores de esta quiebra. En esta línea está extendiéndose por Europa el movimiento de ciudades en transición. Y plasmar esas iniciativas en propuestas políticas es mi próximo objetivo para las municipales.

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¿Por qué reiniciar la democracia es clave para gestionar la crisis en beneficio de la Sociedad?

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He estado ausente de España la semana pasada. A la vuelta me encuentro, convenientemente encima de mi mesa, un periódico del 19 de septiembre cuyo titular dice: “Intermón alerta sobre los recortes. El 42% de españoles serán pobres en 2025”. El titular me parece muy significativo y esclarecedor. No es la crisis la que está provocando esta situación de pobreza y crecimiento acelerado de la desigualdad. Es la gestión política de la crisis bancaria, con su batería de medidas para transferir fondos a los bancos en detrimento del conjunto de la sociedad y de la propia economía productiva. La contrainformación de los gobiernos y los media dependientes del poder financiero es tal que se ha extendido una gruesa manta de ruido sobre esta realidad y la sociedad, en buena parte, parece haber asumido que los recortes son necesarios. Esa contrainformación, junto con la estrategia del miedo, es la que hace posible que semejante disparate sea aceptado mal que bien por la ciudadanía y esta no se levante de forma clamorosa y masiva para destituir a los gobiernos que están sosteniendo estas políticas antisociales. Los media de masas nos han cambiado el relato. Y de tanto repetirse parece que hayamos olvidado cómo empezó todo y quién es políticamente responsable de que estemos como estamos. Teníamos una crisis bancaria. Podíamos haber dejado caer a los bancos como pedían los neoliberales consecuentes. Pero los gobiernos decidieron no hacerlo. Leer más de esta entrada

Reiniciar Europa para salir de la Crisis

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Ante la actual crisis económica, social, política y ambiental en la que nos encontramos, y su gestión por parte de la Troika en beneficio de los intereses financieros, la respuesta ciudadana impulsada por Equo, ante las próximas elecciones europeas, debe partir de los siguientes fundamentos:

1. Queremos y Necesitamos más Europa pero Otra Europa: una Europa social protagonizada por la ciudadanía y no una Europa al servicio de los mercaderes y los oligopolios económicos y financieros. Necesitamos un nuevo pacto social que garantice la cohesión y la solidaridad europeas, financiado por una política fiscal progresiva y una tolerancia cero con el fraude y los paraísos fiscales. Necesitamos un sistema financiero público y social al servicio de la sociedad y de la economía productiva y no un sistema financiero parasitario de la sociedad y de la economía productiva como el que ahora tenemos.

2. Para que ello sea posible, es condición necesaria la Regeneración democrática de Europa, cambiar las reglas de juego, el modo en que se toman las decisiones, dando control real sobre la economía tanto al parlamento europeo como a la ciudadanía, desarrollando mecanismos efectivos para las ILP europeas y de referendum europeos vinculantes. Necesitamos reiniciar Europa con un proceso constituyente de abajo a arriba

3. Necesitamos impulsar una salida ecológica a la crisis impulsando un GREEN NEW DEAL, cambiando el modelo de producción y consumo, transformando el modelo energético hacia el 100% renovable, relocalizando la economía, apostando por la soberanía alimentaria con una PAC basada en la agroecología, con un sector pesquero sostenible, con industria limpia «de la cuna a la cuna», abanderando la lucha contra el cambio climático y por la preservación de la naturaleza y su biodiversidad

Si compartimos la idea de que la salida de la crisis actual precisa un reinicio de la democracia, tanto en Europa como en España, estaremos de acuerdo de que se trata de un objetivo que supera no sólo a un partido como Equo, sino también a un frente de partidos de izquierdas. Es precisa una movilización ciudadana capaz de crear una mayoría social en torno a este objetivo. Y la sociedad viene movilizándose para ello en las calles desde el 15M, las mareas, …

Esa movilización es la condición necesaria para dar un siguiente paso que permita reiniciar la democracia desde las instituciones ganando unas elecciones. ¿Cómo? Sumando fuerzas en torno al proceso de regeneración democrática más allá de ideologías. Una vez sentadas las bases para una democracia real, una vez que se instituyan mecanismos de democracia directa que empoderen a la ciudadanía y complementen la democracia representativa, se darán las bases para que las distintas ideas sobre cómo organizar el futuro de la sociedad concurran en igualdad de condiciones a unas elecciones. Ahora no se dan esas condiciones de igualdad. Además, quién gana las elecciones representa intereses que no son los de quiénes les han elegido, sino los de las oligarquías económicas y financieras. Y la sociedad carece de herramientas para impedirlo.

Se están produciendo dos tipos de alianzas  para gestionar la salida social de la crisis:

1. El impulso de un «Frente Amplio de Izquierdas» que pone el acento en las políticas socioeconómicas, con una fuerte carga de resistencia frente a los recortes y el desmantelamiento del estado de bienestar. Su propuesta económica de reactivación es volver a la senda del crecimiento del PIB vía inversión pública. Esta iniciativa la lidera Izquierda Unida, y dentro de ella Izquierda Abierta, pretende sumar a líderes independientes, movimientos y organizaciones sociales.

2. La creación de asambleas ciudadanas y asambleas constituyentes, que empiezan a pensar y a organizarse para dar un paso más y promover una candidatura ciudadana para crear las condiciones de una democracia real. En el entorno de estos movimientos se mueven partidos políticos que tienen entre sus objetivos prioritarios la regeneración democrática y cuya cultura organizativa es horizontal, basada en la democracia participativa, como Equo, partido X, Partido Pirata,.. La posible confluencia estaría sobre la creación de un espacio ciudadano de ruptura cuyo objetivo, temporal, es crear las condiciones para una democracia real dónde la ciudadanía tenga mecanismos permanentes de participación en la toma de decisiones. Se considera desde estas iniciativas que el reinicio de la democracia es la base necesaria para conseguir una gestión de la crisis basada en la consecución del bien común.

¿Pueden confluir ambas iniciativas? En cuanto a modelo organizativo parten de culturas organizativas diferentes y difícilmente compatibles. Pero sí es posible confluir en objetivos comunes de regeneración democrática y gestión social de la crisis, que preserve el bien común y los mecanismos de cohesión y solidaridad social en tanto se construye un nuevo pacto social, con otros mecanismos de cohesión y solidaridad social.

Esta confluencia en objetivos o causas comunes, definir con claridad un mínimo común múltiplo, sería la tarea urgente y prioritaria, tanto para producir una ruptura en España como en Europa. Sin unidad en una causa común no será posible la ruptura. Es algo que supera a la unión de la izquierda. Las elecciones europeas brindan una oportunidad para construir esta causa común que permita unidad para conseguirla. Y para ello no es preciso ir juntos en una única candidatura. La circunscripción única permite la diversidad en la unidad, elemento fundamental para la salida de la crisis. Varias candidaturas pueden ofrecer a la ciudadanía el compromiso por llevar conjuntamente el programa de ruptura democrática que precisa Europa y, al mismo tiempo, ofrecer diversidad de sensibilidades. Hoy, la salida ecológica a la crisis que defiende Equo probablemente no forme parte del mínimo común múltiplo, es contradictoria con la apuesta por el crecimiento ilimitado que propugnan derecha e izquierda. Pero esa voz, esa oferta, es necesaria porque es necesario encontrar una salida ecológica a la crisis. Esta es la tercera vía que propongo: unidad en la diversidad.

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