Andalucía Verde. Ideas fuerza para el programa político de Equo Andalucía

Andalucía tiene el potencial necesario para emprender un ambicioso proyecto de transición ecológica que genere empleo transformando nuestra tierra en una comunidad verde y solidaria, inclusiva y equitativa, de raíces profundamente democráticas. Tenemos sol y viento para generar nuestra propia energía limpia, mover nuestros transportes públicos y alimentar nuestros hogares y fábricas. Tenemos suelo fértil y una sabia y rica tradición agrícola que son la garantía de nuestro sustento. Podemos fabricar y producir en nuestra tierra la mayor parte de lo que necesitamos, con industrias limpias. Tenemos una cultura mediterránea del buen vivir, acogedora y solidaria, creativa y emprendedora.

Necesitamos un proyecto que nos movilice, empezando por nuestra juventud, que merece tener un futuro en nuestra tierra, trabajando para ello y encontrando una vivienda asequible dónde fundar su vida.

Y para hacerlo posible, la cooperación es el camino. La cooperación entre todas las sensibilidades políticas. No podemos permitirnos que la mayor parte de nuestras discusiones se malgasten en enfrentamientos estériles. Necesitamos una política del bien común con amplio consenso social. Cooperar en torno a objetivos compartidos ampliamente por la sociedad. El papel de la política, y eso es lo que nos anima a trabajar en Equo Andalucía, es dar el impulso necesario para hacer posibles los principales anhelos de la sociedad. Ayudar a señalar el camino que merece la pena ser caminado, haciendo camino al andar. Caminos que ya están andando tantas y tantos andaluces.

El programa que proponemos a la sociedad andaluza descansa en diez grandes líneas de acción Leer más de esta entrada

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La ciudad que queremos, buscando un nuevo modelo de ciudad

Hacia un Nuevo Modelo de Ciudad. Mesa Redonda Univerde Málaga

(Este texto lo elaboré para introducir la Mesa Redonda sobre un Nuevo Modelo de Ciudad, presentado en la Univerde de Málaga, el viernes 5 de septiembre de 2014)

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Las ciudades que tenemos son económica, social y ambientalmente insostenibles y por tanto son muy vulnerables, tienen su futuro comprometido. Y el principal problema al que nos enfrentamos para iniciar el proceso de transición que nos conduzca desde un nuevo modelo urbano insostenible a otro que se acerque a la sostenibilidad, es que no tenemos conciencia de ello, en su sentido completo o global. No acabamos de ser conscientes de hasta que punto están interrelacionadas la insostenibidad social, económica y ambiental, y por tanto, no acabamos de ser conscientes, como sociedad, de que tenemos que emprender acciones decididas e interrelacionadas para iniciar el proceso de transición del modelo económico, social y ambiental de la ciudades que tenemos, para conducirlas hacia un modelo de ciudad habitable y sostenible, ecológica.

 

Esa falta de conciencia social de la globalidad de los problemas a los que nos enfrentamos representan sin embargo, no sólo el primer reto a afrontar, sino también la oportunidad de iniciar el proceso de transición. Porque la transición sólo será posible mediante un cambio del modelo político, mediante una el paso desde una democracia representantiva de muy baja calidad, como la que tenemos, hacia una democracia participativa sana, en la que la ciudad que queremos la pensemos, sintamos, deseemos, decidamos y construyamos entre todas las personas que las habitamos. Es el inicio de ese proceso de participación el que nos va a permitir comprender mejor nuestros problemas, pero también detectar nuestras fortalezas y aprovechar las oportunidades que van a surgir en el cambio de modelo para activar la economía orientándola en una nueva dirección, con unos nuevos valores. Leer más de esta entrada

Municipios en Transición

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La crisis socioambiental la percibimos de forma directa en nuestros pueblos y ciudades en forma principalmente de paro, precariedad y desigualdad creciente, que nos generan malestar, violencia y miedo. Pero también, aunque no seamos plenamente conscientes, en forma de una huella ecológica muy desequilibrada. La ciudad ha perdido su equilibrio con el territorio próximo que la sustentaba y depende cada vez más para proveerse de energía, agua, alimentos y productos manufacturados de una economía global enormemente dependiente de combustibles fósiles que no tenemos, que empiezan a escasear y a encarecerse y que son responsables del cambio climático.

Ante esta situación, cualquier oferta que prometa empleo encuentra apoyo social contraponiendo, con frecuencia, trabajo y salud, trabajo y medio ambiente. Sin embargo sabemos que sólo podremos encontrar empleo de calidad y con futuro si apostamos por la economía en los límites de la naturaleza, apostando por los empleos verdes.

Por toda Europa se extiende un movimiento que promueve la transición de la economía industrial contaminante y caracterizada por condiciones laborales precarias a la industria sostenible y con empleos de calidad. Hay alternativa a la lucha de unas ciudades contra otras, de unos pueblos contra otros por atraer inversiones multinacionales para generar empleo. Es posible resolver nuestros problemas poniendo en juego nuestros recursos naturales, territoriales, humanos, de generación de conocimiento y de creatividad e innovación social. Y estas pasan por apostar por generar empleo en la economía local, con los recursos locales, de forma limpia y cooperativa. Leer más de esta entrada

Crítica ética al capitalismo: hacia una economía del bien común

El pensamiento único se ha caracterizado por el consenso en defender el capitalismo como el único sistema que puede organizar en libertad la sociedad humana y su actividad económica. La crisis financiera y su impacto en la crisis de la economía productiva parecía abrir la vía a una crítica del capitalismo. Sin embargo hemos asistido a un proceso en dirección opuesta. El capitalismo ha realizado una ofensiva ideológica que ha logrado ocultar la quiebra ética y funcional del sistema y ha centrado su atención en culpar a las víctimas de la crisis.  El capitalismo liberal no es el final de la historia, en el sentido del culmen de la evolución, como predicó Fukuyama con la complacencia general. Pero si no lo demolemos de forma pacífica y controlada, al tiempo que lo sustituimos por otra lógica productiva, de consumo, por otros valores y por organización social, más participativa y co-responsable, efectivamente puede llevarnos al final de la historia. En la lógica capitalista, en un contexto de recursos naturales limitados, la solución es la guerra: social y entre estados. Guerra por defender la concentración de la riqueza en manos de los poderosos.

Os dejo aquí una fundamentada crítica ética al capitalismo de la benedictina Teresa Forcades

Y las alternativas que propone la economía del Bien Común

Juntando piezas para una política alternativa (I): la renta básica de ciudadanía

Para salir de la crisis sistémica actual es preciso construir una estrategia que componga un nuevo puzzle, una nueva imagen de la sociedad, de economía, de política, de cultura de relación con el resto de los seres vivos y con el planeta. En este puzzle hay varias piezas clave que tienen la capacidad de interactuar entre sí para romper el círculo vicioso en el que estamos y generar un círculo virtuoso. Con este artículo voy a comenzar una serie que presente algunas de las piezas que se empiezan a configurar como claves. Y quiero empezar por la Renta Básica de ciudadanía como la piedra angular de la nueva política social y de una sociedad sostenible. Leer más de esta entrada

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