La ciudad que queremos, buscando un nuevo modelo de ciudad

Hacia un Nuevo Modelo de Ciudad. Mesa Redonda Univerde Málaga

(Este texto lo elaboré para introducir la Mesa Redonda sobre un Nuevo Modelo de Ciudad, presentado en la Univerde de Málaga, el viernes 5 de septiembre de 2014)

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Las ciudades que tenemos son económica, social y ambientalmente insostenibles y por tanto son muy vulnerables, tienen su futuro comprometido. Y el principal problema al que nos enfrentamos para iniciar el proceso de transición que nos conduzca desde un nuevo modelo urbano insostenible a otro que se acerque a la sostenibilidad, es que no tenemos conciencia de ello, en su sentido completo o global. No acabamos de ser conscientes de hasta que punto están interrelacionadas la insostenibidad social, económica y ambiental, y por tanto, no acabamos de ser conscientes, como sociedad, de que tenemos que emprender acciones decididas e interrelacionadas para iniciar el proceso de transición del modelo económico, social y ambiental de la ciudades que tenemos, para conducirlas hacia un modelo de ciudad habitable y sostenible, ecológica.

 

Esa falta de conciencia social de la globalidad de los problemas a los que nos enfrentamos representan sin embargo, no sólo el primer reto a afrontar, sino también la oportunidad de iniciar el proceso de transición. Porque la transición sólo será posible mediante un cambio del modelo político, mediante una el paso desde una democracia representantiva de muy baja calidad, como la que tenemos, hacia una democracia participativa sana, en la que la ciudad que queremos la pensemos, sintamos, deseemos, decidamos y construyamos entre todas las personas que las habitamos. Es el inicio de ese proceso de participación el que nos va a permitir comprender mejor nuestros problemas, pero también detectar nuestras fortalezas y aprovechar las oportunidades que van a surgir en el cambio de modelo para activar la economía orientándola en una nueva dirección, con unos nuevos valores. Leer más de esta entrada

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Ciudades en Transición

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Nuestros pueblos y ciudades se enfrentan al reto de resolver sus problemas espaciales, sociales, económicos y ambientales en un contexto de incertidumbre, que cambia vertiginosamente. Tenemos que afrontar el reto de revitalizarlos económica, social y espacialmente  para hacerlos más sostenibles y habitables. Para ello es preciso partir de un diagnóstico compartido de su problemática y elaborar estrategias de acción, poniendo en juego todo tipo de recursos a nuestro alcance.

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Al proceso de pasar de los pueblos y ciudades que tenemos a los que necesitamos y queremos le llamamos transición. El objetivo es mejorar las condiciones de vida en nuestros municipios, la calidad de nuestras viviendas, espacios públicos y equipamientos. La conexión de sus barrios a través de las redes de transporte público, carriles bici y caminos peatonales, la vitalidad y variedad de nuestros comercios, talleres y actividades socioculturales y deportivas, su equilibrio ambiental, reduciendo el consumo de agua y energía y reciclando y recuperando residuos. Pero sobre todo mejorando la calidad de las relaciones sociales, los lazos de buena vecindad y la riqueza de su vida asociativa. Mejorar la cultura participativa es la base y el motor de todo el proceso de cambio. Leer más de esta entrada

¿son los ecobarrios un lujo o una necesidad?

Huerto del Rey Moro (Sevilla)
Vivimos en ciudades en un mundo globalizado, con una economía cada vez más deslocalizada. Nuestras ciudades se han expandido y difuminado por el territorio y tienen una huella ecológica descomunal. La de la Sevilla metropolitana es la mitad de Andalucía. Hemos pasado de tener ciudades mediterráneas, compactas y complejas, a tener ciudades rápidas, de hamburguesas, anglosajonas, de urbanizaciones, polígonos, y centros comerciales con burguer símbolos.  Leer más de esta entrada

espacio público: catalizador de la ciudad sostenible

La ciudad es la mejor representación de las potencialidades, los límites y los fracasos de una determinada civilización. Cada ola de cambio civilizatorio ha traído un sistema territorial y urbano propio. Hoy, cuando estamos en transición de las ciudades heredadas de la civilización industrial, responsables del 80% del cambio climático, con una enorme huella ecológica (Sevilla metropolitana tiene una huella ecológica que pisa la mitad de Andalucía), a las ciudades postindustriales, ecológicas, el espacio público de nuestras ciudades se convierte en el escenario de las contradicciones de las ciudades que tenemos y en semillero en el que se están experimentando soluciones de las ciudades del mañana. Frente a la segregación funcional y social que provoca la ciudad mercantilizada propia de la sociedad neoliberal, aparecen iniciativas comunitarias que proponen la recuperación del espacio público en diversas escalas, desde los huertos urbanos y plazas de barrio a los parques periurbanos que pretenden conservar nuestro paisaje agrícola y patrimonial.

En la conferencia impartida en el Ciclo organizado por Iniciativa Sevilla Abierta planteo algunos conceptos que nos permiten realizar una lectura crítica y propositiva sobre el espacio público. La conferencia está grabada en dos partes (parte 1 de análisis crítico y parte 2 brotes verdes de espacios públicos sostenibles). También se puede ver la presentación . La tesis que defiendo es que hoy la sociedad está tomando la iniciativa y recuperando el espacio público con iniciativas sostenibles desde el punto de vista social, económico y ambiental que están revitalizando la ciudad.

Green Apple: ecobarrios para todos

El reto de reducir las emisiones de CO2 causantes del efecto invernadero pasa en gran medida por la transformación de las ciudades que tenemos. El enorme incremento de la población urbana mundial se ha visto acompañado con la implantación de un modelo segregacionista, tanto a nivel físico como social. Los principios del urbanismo moderno, basados en el racionalismo, distinguen y separan en el espacio la residencia, el trabajo y el ocio, y los conectan con las grandes vías para el vehículo motorizado. Esto ha simplificado la ciudad, la ha expandido por el territorio, ha incrementado la movilidad motorizada y le ha hecho perder vitalidad. Los barrios han dado lugar a urbanizaciones y polígonos sólo residenciales, con casi nula actividad para un espacio público que se concibe para el coche. La población se ha ubicado en el espacio en función de su renta en barriadas sociales o urbanizaciones residencias de viviendas unifamiliares. La ciudad se ha expandido y se ha segregado y todo esto ha funcionado incrementando el consumo de energía. Al mismo tiempo, el desarrollo de las instalaciones de acondiconamiento y la energía barata derivada de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón) ha generado una arquitectura descontextualizada, homogenizada, poco adaptada a su medio natural y cultural, y que ha sido una gran devoradora del territorio y de todo tipo de recursos. Leer más de esta entrada

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