¿Se puede pedir, y esperar, más y mejor democracia al parlamento andaluz?

La iniciativa de reformar la ley electoral está en marcha. Era un compromiso de gobierno de la anterior legislatura y en esta se ha puesto en marcha una comisión de trabajo a petición de Ciudadanos. Izquierda Unida nos invitó a presentar nuestras propuestas. Las mismas, contextualizadas a día de hoy, que presentáramos en 2013. ¿Cómo fueron recibidas? Podéis verlo y formaros una opinión por vosotros mismos en la grabación de la sesión del parlamento.

 

En mi opinión, quedó claro que es cuestión de voluntad política de las fuerzas hoy mayoritarias, PSOE y PP, sobrerepresentadas. Si quieren, pueden hacer una reforma de la Ley Electoral que haga de Andalucía un refernte en España y nivel internacional. Una ley que limite el presupuesto de las campañas: aquí si es necesaria la austeridad. Una ley que fije condiciones iguales de partida en el juego electoral. Una ley que permita biodiversidad política en el parlamento para que todas las voces significativas estén representadas. Necesitamos más y  mejor democracia, en forma y en contenido. Esta es sólo una primera medida, necesaria pero no suficiente. Pero ante el resquebrajamiento de la credibilidad de la democracia, por vaciamiento de contenido, por connivencia entre poder político y poder económico, con sus puertas giratorias y la corrupción generalizada e insoportable en la que vivimos, un gesto importante es necesario. Esperemos que así sea y que a continuación podamos empezar a hablar de nuestra segunda propuesta: abrir el parlamento a la ciudadanía a través de una reforma que haga más ágil y más lleno de contenido el escaño 110

Copio aquí el texto completo que presenté a la comisión: Leer más de esta entrada

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¿Necesitamos más o menos democracia? Propuesta de Reforma de la Ley electoral en Andalucía

 
Esta tarde defenderé en el grupo de trabajo del parlamento de Andalucía la propuesta de Reforma de la Ley Electoral que elaboramos en Equo Andalucía en 2013. Esta medida se complementaba con la propuesta de ampliar de contenido el Escaño 110, el que permite defender Iniciativas Legislativas Populares en el parlamento. Queríamos facilitar la recogida digital de firmas para esas iniciativas y que, desde el escaño 110, la ciudadanía pudiese proponer y defender directamente iniciativas o hacer preguntas de control parlamentario.
En su momento no tuvimos respuesta a nuestras propuestas. Parecían haber caído en una papelera en lugar de haber sido depositadas en un registro de la institución parlamentaria. Pero esta tarde, cuatro años después, tendré la oportunidad de defender un cambio en la Ley electoral para lograr que todos los votos valgan lo mismo, para eliminar las barreras que impiden que todas las voces estén representadas en el parlamento.
Estamos en una encrucijada en este mundo en crisis. Necesitamos más y mejor democracia si queremos recuperar el afecto y la implicación de la sociedad en la POLIS, en el espacio público de decisión sobre los asuntos de la vida en común. Sin una ciudadanía activa que se sienta corresponsable y tenga capacidad de decisión sobre lo público, cotidianamente, no habrá cambio de rumbo para una civilización que va al colapso.
Si no lo hacemos, si esa mayor democracia no se plasma en políticas equitativas, socialmente incluyentes y ambientalmente sostenibles, no habrá Macron, Clinton, … que puedan evitar que las Le Pen (Francia), los Trump (USA), los Wilders (Holanda), los Hofer (Austria) y otros similares acaben ganando, como ya lo ha hecho Trump, como expresión de la rabia que sienten los ciudadanos ante un mundo que se les cae encima y los aplasta, cuando no los excluye. Y no son opciones populistas las que vienen, son fascistas.
Bien lo explica Olga Rodríguez: «Desde hace un tiempo el establishment, lejos de asumir que es hora de pasar página, de apostar por más democracia y menos saqueo, por más igualdad y menos estafa, prefiere una huida hacia adelante con la esperanza de poder seguir como hasta ahora». Es vana su esperanza.

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Principios para una nueva ley electoral justa y equitativa

La actual ley electoral ha puesto de manifiesto,  una vez más, que dificulta la entrada de nuevos actores en escena retrasando de este modo la regeneración política y la  innovación, dismuniyendo la diversidad de voces, deformando la representación por el efecto del llamado voto útil. Vivimos tiempos de cambio acelerado, propia del declive de la civilización industrial y de la emergencia de la civilización de la información. En estos tiempo la creatividad y la  innovación son necesarias en todas las esferas de la vida social, cultural, económica. Y también en la política.  Leer más de esta entrada

Podemos romper el círculo vicioso del voto útil

Quedan dos días de campaña. En Equo sabemos que lo más probable es que el domingo no obtengamos representación parlamentaria, pero también sabemos que sin embargo es posible. Tenemos una oportunidad y vamos a luchar hasta el último momento por hacerla valer. Es poco probable porque somos nuevos. Las injustas reglas de juego que marca la ley electoral, nos cierran el acceso a los medios públicos de información y dificultan la entrada al parlamento a los partidos nuevos, frenan la innovación política cuando más falta hacen nuevas ideas. Las reglas de juego electoral nos ponen en desigualdad en el punto de partida, cosa que no ocurre en otros paises como nuestra vecina Francia. Y cambiar esas reglas está en manos de quiénes hoy más se benefician de ellas, el PP y el PSOE.  Leer más de esta entrada

Urge cambiar una democracia rígida y deformada

Las elecciones del 20 N han vuelto a poner de manifiesto las carencias de nuestra democracia y con ellas sus limitaciones para afrontar la gestión de la crisis global a la que nos enfrentamos. Carencias que tienen que ver con varios factores interrelacionados, ya conocidos, y no afrontados, que dificultan que el Parlamento refleje fielmente, proporcionalmente, las opciones que representan a los ciudadanos. Y que presenta gran rigidez a los cambios. Nuestro sistema electoral, no proporcional, favorece a las opciones mayoritarias y dificulta extremadamente a las minoritarias y la irrupción de nuevas alternativas. El 21 N se ha difundido por las red como podría haber sido la composición del parlamento con una representación más fiel al resultado de las votaciones, resultado de la supresión de las circunscripciones electorales. Y se ha puesto en marcha rápidamente una iniciativa en Actuable para pedir una reforma del sistema electoral. No es un tema banal para un demócrata el que tengamos un verdadero sistema representativo, sin deformaciones que sobrerrepresenten a las opciones mayoritarias y condicione el voto a las minoritarias por unas reglas injustas. Nuestras reglas de juego actuales, modificables democráticamente, deforman doblemente el resultado. Primero, reduciendo significativamente el voto hacia opciones minoritarias, por el voto útil, y en segundo lugar, exigiendo muchos más votos  a las opciones minoritarias para obtener escaño que a las mayoritarias. En un extremo, a UPyD, cada escaño le ha costado 228.040 votos. En el otro, al PP le ha costado 58.000. Leer más de esta entrada

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