Un vaso de agua de cristal, por favor, Ilmo Sr Rector

A veces una pequeñísima anécdota es suficiente para ilustrar y aprender muchas cosas sobre cómo funcionan las comunidades humanas y las enormes resistencias que oponen a introducir cambios que parecen nimios. Vayamos con el relato de los hechos, extraigamos los aprendizajes, y acabemos con una pequeña acción, muy modesta, casi un ruego. Será un pequeño test que nos permitirá evaluar si hay, o no, esperanza para lograr objetivos que parecen improbables pero que son ineludibles para vislumbrar un futuro mejor.

Hoy teníamos una jornada de innovación educativa con Alicia, una profesora invitada de la escuela de arquitectura de Madrid. Camino de la sala me encuentro con Andrea, agente cultural organizadora del evento. Iba a comprar una botella de agua para la conferenciante. Le pregunté que por qué no llevaba una jarra y vasos de cristal y me respondió que la escuela sólo tiene vasos de plástico. Me extrañó porque hace ahora diez años, siendo yo subdirector de cultura, conseguí erradicar las botellas de agua y compramos jarras y vasos. Ya en el aula, la invitada logró su objetivo, provocar a los profesores y meterse en el bolsillo a los estudiantes. En eso fue una maga. Les presentó un proyecto muy innovador para la enseñanza del dibujo de arquitectura. Cien años después, la pedagogía de la Bauhaus sigue resultando rompedora e innovadora. Así están las cosas. Han pasado cien años y en la calle están pasando cosas. No estamos en la era de la exaltación de la máquina y la industrialización, estamos ante el colapso de la civilización industrial. No basta con el desarrollo de la capacidad creadora. Es necesaria enfocarla a salir del atolladero en el que nos ha metido la sociedad de producción, consumo y residuos en masa, en un planeta finito que ya está desbordado y dice basta.

En un momento dado, para ilustrar la relación del aprendiz con los objetos cogió la botella de agua y la volvió a soltar en la mesa. Alicia se había manifestado contra la organización de la educación en áreas de conocimiento y en departamentos, había cuestionado el alejamiento de la academia con la calle, con lo que está pasando, y estaba convencido de que aprovecharía la oportunidad para pronunciar algo en relación a qué hacia ese objeto, botella de plástico, encima de una mesa de una escuela de arquitectura, en pleno año 2020, siete meses después de que la Universidad declarara la emergencia climática. Lo dejó pasar. Nuestros estudiantes son muy sensibles a los mares de plástico. Los suyos al parecer también porque nos mostró una diapositiva de la exposición que hicieron como trabajo de fin de curso. No expusieron sus trabajos. Llenaron la escuela de residuos de plásticos y fue una decisión de ellas y de ellos. Una performance contundente que habla por sí misma de lo que está pasando fuera (y dentro). Mis estudiantes, en noviembre, en la primera culturada de la escuela, representaron el asesinato de la Tierra llenando el mapamundi dibujado en el vestíbulo de la escuela de residuos plásticos.

Performance El Asesinato de la Tierra. Diseño y fotografías de Isabel Villanueva Molina, estudiante de Dibujo de Ideación, 3º de arquitectura

En el turno de debate me levanté y cogí la botella de agua para preguntar qué hacía allí. Me parecía una contradicción pedagógica su presencia. Aproveché para preguntar a los estudiantes de primero de arquitectura si sabían que la universidad había declarado la emergencia climática y me confirmaron que no. ¡Sorprendente! Si estamos en emergencia ¿cómo no se informa a la comunidad universitaria? La declaración suscrita compromete la docencia y la investigación universitaria y las dirige a un fin: dar herramientas a las y los estudiantes para hacer frente al reto. Desde el conocimiento y activando su capacidad de actuar.  

Terminado el debate, me crucé con Juan, miembro del equipo de dirección y le pregunté qué podíamos hacer para que la escuela dispusiera de alternativas al vaso y la botella de plástico. Me dijo que él no podía hacer nada, que hablara con la Jefa de bedeles. La jefa de bedeles me dijo que decidieron no usar los vasos de cristal porque hay que lavarlos. ¿Cuál es el problema? ¿Quién los va a lavar? Mi personal no tiene asignada esa función y no se lo puedo pedir. Si tuviéramos un lavavajillas… habla con el administrador ¿Quién tendría la función de meter y sacar los vasos del lavavajillas? ¿Está eso previsto en la Relación de Puestos de Trabajo?, pregunté. No, me respondió, pero ya lo haríamos. No me convence, le dije. Y si pedimos un lavavajillas y luego no se usa porque nadie tiene esa función ¿Y el personal de limpieza? Pregunté. El personal de limpieza es personal externo. Es una contrata. Ah!, entonces la cuestión es incluir en el pliego de condiciones de contratación que el servicio de limpieza se ocupe de la limpieza de los vasos. Buena idea, me respondió. Pero vas a tener que hablar con el Rector. Está de campaña. Dile que lo incluya en su programa. Y lo voy a hacer.

Pero digo yo, ¿Qué lecciones podemos extraer de esta pequeña anécdota? Tirando del hilo de qué hace una botella de plástico en un aula y de por qué no hay vasos de cristal en una escuela de arquitectura hemos aprendido que: para dar solución a algo tan sencillo como que en las conferencias y en las aulas de arquitectura haya jarras y vasos de agua de cristal en lugar de botellas y vasos de plástico, hay que preguntar a un agente cultural, que te remite a un directivo, que te remite a una jefa de bedeles, que te remite al rector. Es decir, que un siglo después, El Castillo de Kafka sigue siendo la mejor representación de cómo el pensamiento burocrático domina la vida universitaria. O se cambian las Relaciones de Puestos de Trabajo para asignar a alguien la función de limpiar vasos, sea de forma manual, sea usando el lavavajillas, o es necesario redactar nuevos pliegos de condiciones en las contrataciones de personal externo para que recojan esa función.

También es ilustrativo de que usar una botella de plástico en una sala de conferencias como recurso pedagógico rompe los esquemas de la compartimentación del conocimiento. ¿A qué área de conocimiento corresponde ocuparse de ello? Yo creo que a todas, pero la respuesta correcta, a juzgar por los hechos, es a ninguna. Eso me dijo Alicia, la innovadora profesora que de la Bauhaus que se metió en la máquina del tiempo para darnos lecciones de como innovar con cien años de retraso. Y cuando llegamos a la conclusión de que de un modo u otro, hay una solución para este sencillo problema, la iniciativa del mismo no la va a tomar ni la dirección de la escuela de arquitectura, ni la jefa de bedeles, ni el responsable de administración. La va a tener que tomar un estudiante, o un profesor, o algún miembro del personal de administración y servicios y va a depender de que el rector lo incluya en su programa y luego lo cumpla.

Y ahora vamos más allá. Estamos en una universidad que ha suscrito el compromiso de ser neutra en emisiones de carbono en 2030. Me voy al programa del candidato a rector y no encuentro ninguna mención a cómo piensa hacerlo. Nada indica que el tema esté incluido en los objetivos de docencia, investigación e infraestructuras. Hay algunas vaguedades que podrían apuntar en esa dirección. Pero no hay un plan que haga creíble que podemos esperar que el Campus de la Universidad de Sevilla sea neutro emisiones de CO2 en 2030. Pero aún hay esperanza. Vamos con el ruego. Candidato a Ilustrísimo Señor: ¿tendría a bien incluir en su programa publicado, en alguna de las líneas estratégicas, objetivos y compromisos, qué medidas va a tomar para erradicar las botellas y vasos de plástico del Campus universitario? Voy a estar atento al enlace a su programa para ver si lo actualiza y le agradeceré públicamente si atiende este sencillo ruego.

El día después del 2D en Andalucía: reflexionar para dirigir nuestra acción transformadora

Balcorque
Hoy día después del 2D que ha tambaleado Andalucía, a pesar del gris y negro dominante en las urnas, no hay tiempo que perder lamiéndonos las heridas. Es momento de reflexionar para actuar en consecuencia. Los análisis de los resultados que he podido leer y escuchar a líderes políticos de los cuatro grandes y a los tertulianos, adolecen en mi opinión de perspectiva para interpretar lo que ha pasado en estas elecciones.
Andalucía ha servido de prueba piloto de la campaña que prepara el populismo ultraconservador y xenófobo en Europa. En uno de los debates de campaña, en Dos Hermanas, uno de los participantes expuso por qué Andalucía reúne las condiciones para que sea tierra fértil para el mismo: 40 años de un gobierno incapaz de reducir la desigualdad y la pobreza, que amenaza al 46% de la población, situación fronteriza, cultura cortijera y caciquil persistente. Y ha irrumpido con mucha más fuerza de lo que los peores augurios pronosticaban. Esto no se detiene con populismo de izquierdas, sólo es posible mediante pedagogía social. Pero exige muchas manos, corazones y mentes dispuestas a hacerlo, cada cuál desde su lugar. Requiere comenzar con el diagnóstico, cosa que no ha sabido o querido hacer el populismo de izquierdas.
Vamos en el titanic y sólo podremos cambiar el rumbo si lo advertimos a todos sus pasajeros y dejamos a un lado la batalla de las banderas. No hay botes salvavidas para todas. Cambiar de rumbo significa aceptar que vivimos en un planeta finito en el que no podemos seguir engañanndo a la gente vendiendo crecimiento, como han hecho los cuatro partidos mayoritarios. La vía del crecimiento sólo es posible mantenerla con una drástica disminución de la población, para lo cuál, dicho sea de paso, es muy funcional la emergencia del neofascismo a nivel mundial: guerra por los recursos, por el espacio vital, apoyada en la xenofobia, en buscar un chivo expiatorio, que en USA como en Europa no es otro que el migrante y refugiado la víctima propiciatoria principal. Aprovechamos para pedir a Somos Migrantes que tengan a bien no volver a excluirnos en los debates sobre migración, porque probablamente nuestro silenciado discurso pueda aportar luz.
Hay que decir que el escenario de guerra y odio se abre como el más probable para este capitalismo que choca con los límites. Y que la alternativa, una salida cooperativa, solidaria que busque el equilibrio con la naturaleza es posible, aunque improbable. Pero sólo será posible si decimos la verdad a la gente. Quiénes teniendo altavoz han hecho dejación de responsabilidad en estas elecciones deben pensar en ello. Abren la puerta de par en par con su silencio a la derecha xenófoba y autoritaria.
Hoy más que nunca es necesario comprometerse por la vía alegre del decrecimiento de nuestra huella ecológica. Es posible vivir mejor consumiendo menos energía y menos recursos. Para ello tenenemos que volver a ordenar nuestra escala de valores y repensar cómo nos movemos, alimentamos, producimos y consumimos nuestra energía y todos los bienes necesarios para asegurarnos un buen vivir en equilibrio con la naturaleza. Llevamos muchos años trabajando en esa línea. Pero somos demasiado pocas personas comprometidas en esta vía y apenas tenemos recursos. El primer y principal somos las personas. Es hora de dar un paso al frente en verde y recuperar el espíritu del 15M, con su horizontalidad, haciendo pedagogía social en las plazas, construyendo un espacio transversal e inclusivo, dejando atrás la verticalidad y el sectarismo que hace irreconocible el proyecto inicial del cambio en Andalucía. Dejemos a un lado el populismo que es una vía muerta para el cambio que necesitamos. Necesitamos fundar el proyecto en los cuidados, entre las personas y de las personas hacia la tierra de la que depende nuestra superviviencia, en igualdad, de forma cooperativa y solidaria. Un abrazo y todo el ánimo del mundo.

Sobre la ausencia de inteligencia política

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Hoy comparto este artículo de Antón Losada en eldiario.es El mismo día de las elecciones manifesté a Rosa Martínez que me preocupaba que en la gestión de los resultados no hubiese la inteligencia política que había faltado en la configuración de una confluencia amplia y plural en todo el Estado. Hay una frase del artículo que resume dónde radica la falta de inteligencia política a la que hemos asistido desde entonces: «La política es el arte de lo posible. No el arte de echarle la culpa a alguien». La forma inteligente de gestionar el resultado de las elecciones no es estableciendo líneas rojas, ni usando las ruedas de prensa para enviarse propuestas: es sentarse para ver sobre qué objetivos políticos compartidos y de urgencia social, democrática, económica y ambiental nos podemos poner de acuerdo para formar una mayoría parlamentaria. Creo que sobre esa base, que pasa por demoler lo construido por el gobierno del PP y que nos lleva para atrás en democracia, derechos y modelo energético y productivo, es posible formar un gobierno que tendría trabajo más que suficiente antes de convocar unas nuevas elecciones, dando cuenta del programa común cumplido. Estamos lejos de eso. La política como espectáculo nos aleja de la política necesaria.

Aprendizajes del 20D sobre la necesaria confluencia

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El gran trabajo Juan López de Uralde se ha visto recompensado. El punto de partida era disputar la cuarta plaza en Álava y ha logrado la primera y el mejor resultado obtenido por Podemos en todo el estado. La suma multiplica. Hemos mantenido diferencias sobre la forma de la confluencia en Podemos. Muchos hubiéramos querido una confluencia basada en los principios de cooperación en la que Equo fuese reconocible como integrante de la lista, en la que hubiésemos podido sentarnos a discutir el programa, que ya teníamos elaborado de forma participativa. Y sigo pensando que ese es el camino. Así se ha hecho en Cataluña, Valencia y Galicia y ese es el modo en el que Podemos logrará liderar una mayoría social en toda España, necesaria para realizar el cambio. En Andalucía se ha repetido el resultado de las autonómicas, en el que Podemos se ha quedado muy lejos del PSOE y los votos de IU-UP, que eran parte del cambio, se han perdido completamente. Necesitamos seguir sumando fuerzas y para ello el reconocimiento de la pluralidad en la unidad es imprescindible. Aún así, en las circunstancias que teníamos, reconozco que resultó acertada la decisión tomada por el partido y que tanto nos dividió. En política hay que saber en cada momento cuál es la mejor opción de las posibles. Reconozco mi error. Cuando nos integramos en proyectos plurales la ecología política impregna los proyectos, lo sabemos por experiencia propia y lo han comprobado ahora Juantxo, Rosa Martínez y Jorge Luis, nuestros tres diputados. Enhorabuena a los tres!

¿Por qué doy la cara por un proyecto de ciudad para Sevilla elaborado en común?

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El camino iniciado en septiembre en Sevilla para lograr un espacio de cooperación política para construir en común un proyecto de ciudad ha fracasado en esta primera cita electoral, pero seguirá adelante. El camino iniciado no ha hecho más que empezar. Las razones que nos llevaron a emprenderlo siguen urgiéndonos a continuar. La ciudad sigue sin ideas políticas por parte de las organizaciones mayoritarias concurrentes a estas elecciones para resolver el drama del paro, la crisis de emergencia habitacional y la lucha contra el cambio climático.
En estos meses hemos demostrado dos cosas: que la cooperación política es posible y que desde la base es posible construir en común un proyecto de ciudad ilusionante. Había que hacerlo y lo hemos hecho: tenemos un proyecto para cambiar el modelo de ciudad en los próximos 20 años. Los cimientos están puestos. Y como no creemos en la política como juego de tronos ni como arte de la guerra sin sangre, seguiremos adelante apostando por la cooperación. Las cúpulas de las dos grandes fuerzas políticas llamadas a participar en este espacio de cooperación no han estado a la altura de lo que Sevilla Necesita ni de lo que Sevilla Merece: IU y PODEMOS no están preparadas para cooperar. IU concurrirá con su marca tras haber estado sin estar y PODEMOS bajo la marca cedida por otro partido de ámbito estatal,  para resolver la contradicción de haber decidido no presentarse a las elecciones municipales y querer hacerlo. Esta controvertida apuesta interna, muy cuestionada por sus bases, es en gran parte responsable del lío sin salida en el que se han metido los procesos de confluencia surgidos por todo el territorio.
Asumo que nos acusen de cometer errores por creer que la ingenuidad y la transparencias son elementos irrenunciables de la nueva política que necesitamos. Hemos sufrido bloqueos y sabotaje desde dentro por parte de quiénes viendo que este proyecto tiene un gran potencial, y comprobando que no podían manipularlo y controlarlo, siguiendo sus manuales, han intentado destruirlo. No lo han conseguido. Pero si han conseguido un gran fracaso de los partidos de izquierda en esta cita con Sevilla. Sevilla Directo recoge amplia y fielmente la rueda de prensa

Ganemos Sevilla decidió en plenario convocar una asamblea el 8 de junio tras las elecciones para organizar el trabajo de los próximos años. En proyecto está poner en marcha un Observatorio Ciudadano que vigile la política municipal y haga canalice iniciativas ciudadanas. Y empezar un trabajo de creación de redes en los barrios que permita articular a la ciudadanía. También ha decidido, ante el sabotaje sufrido el jueves a las herramientas que hemos creado (web ganemos, espacios de trabajo colaborativo, cuentas en redes sociales), que nos dejaba desarmados para seguir trabajando, apostar por concurrir a estas elecciones bajo el paraguas de EQUO, con unas primarias abiertas en las que concurrirán los independientes y los miembros de Movimiento Red. En estas circunstancias, pido a quiénes creen que este proyecto merece la pena considieren la posibilidad de apoyarlo presentando su candidatura a las primarias. 
El plazo para rellenar tu solicitud como candidata o candidato es hasta mañana lunes 13 de abril. Pero es muy fácil hacerlo, sólo hay que rellenar este cuestionario:

http://equosevilla.es/elecciones-municipales-sevilla-2015/proceso-de-primarias/ 

Sevilla necesita un nuevo proyecto de ciudad que afronte el problema del paro, la crisis de la vivienda y el cambio climático. Para ello hay que cambiar la forma de pensar y actuar. Vamos a articular el territorio, a generar nuestra propia energía apostando por el sol, a reciclar de forma eficiente, a gestionar la vivienda vacía, a garantizar la accesibilidad universal y la equidad, a hacer una ciudad amiga de los animales. Y las claves van a ser la participación y la cooperación. Vamos a pedir el apoyo a las vecinas y vecinos de Sevilla para construir los cimientos en los próximos cuatro años. El primer caso es dar la cara por el proyecto. Yo acabo de hacerlo presentando mi candidatura y te animo a tí, que me lees, a hacerlo también si está en tu mano.