2013-2014: ¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde vamos?

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Según el discurso prefabricado del presidente del gobierno, Mariano Rajoy, 2012 fue el año del ajuste, 2013 el de las reformas y 2014 será el de la recuperación de la confianza. Este discurso se sustenta en lecturas sesgadas de algunos indicadores mocroeconómicos que dan señales supuestamente favorables ignorando otros fundamentales que no lo son. Han crecido las exportaciones de nuestra economía aunque con altibajos. La destrucción de empleo durante el periodo de gobierno popular que ha incrementado el paro en más de un millón trescientos mil empleos, parece que se ha desacelerado en el último trimestre. La inversión internacional de fondos de inversión en nuestro país crece, lo cuál, según se mire, es más una amenaza que una buena noticia.

Me surgen dos preguntas que seguramente le surjan a muchos ¿Qué tiene que ver el diagnóstico del gobierno con la realidad que vivimos? ¿Qué horizonte de esperanza nos anuncia el gobierno? Una vez respondidas a estas preguntas, me gustaría plantear otro horizonte posible que me parece mucho más deseable. Leer más de esta entrada

Tengo que confesar

Tengo que confesar que acabo de escuchar a Rajoy en rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Portugal (cuyo nombre no recordaba nuestro presidente y he excusado buscar en internet). No he podido evitar esta mala influencia. Tengo que confesar que mis dos hijos lo han escuchado y que ha herido su sensibilidad, por lo que me temo que puedan salir a las manifestaciones del 12/15M y, en consecuencia, tenga yo que ir a buscarlos a comisaría, dado que el delegado del gobierno ha denegado el uso del espacio público para los actos convocados por la ciudadanía. Ruego a los responsables de TVE española que en lo posible eviten contenidos como estos en horarios de máxima audiencia, particularmente si son en directo, por su mala influencia en la educación de nuestros hijos que, luego, se sienten desmotivados para esforzarse en sus estudios, toda vez que se han enterado por el ministro de educación que la universidad pública, a la que deberían ir el año que viene, ha subido sus tasas porque es de muy mala calidad y además es una fábrica de parados.

¿Casualidad o ceguera?

Las políticas económicas de ajuste empezadas por el gobierno de Zapatero y continuadas por el PP, secundadas por nuestros gobiernos autónomos, nos han metido en un círculo vicioso que no cesa de incrementar el paro. Alcanza ya un nivel insoportable. Uno de cada tres andaluces no encuentra trabajo y uno de cada dos jóvenes está parado. España es líder en paro porque a la crisis financiera desatada por el casino mundial se le suma un modelo productivo que lo apostó todo a la burbuja inmobiliaria y su estallido provocó el derrumbe del sector de la construcción. Los desequilibrios de nuestro modelo productivo han venido siendo impulsados por todos los gobiernos de España desde los tiempos deFelipe González, años en los que Solchaga llamaba a los inversores internacionales al pais del enriquecimiento rápido. Pero fue Aznar, con sus políticas de suelo, quién provocó el enladrillamiento de nuestro litoral y el surgimiento de ciudades dormitorio en mitad del campo. Zapatero no supo verlo y los ayuntamientos de todo el pais apostaron al negocio del urbanismo su futuro y les salió mal. Están al borde de la quiebra y tienen todavía suelo urbanizable para multiplicar por dos las ciudades hoy construidas. Al tiempo que tenemos tres millones de viviendas vacías en España, de las que seiscientas mil están en Andalucía. Pero lo más alarmante es el camino que está emprendiendo el nuevo gobierno del PP en España y el que aplicará en Andalucía si los andaluces no reaccionamos a tiempo. Las declaraciones de Arenas, junto con varias medidas en marcha , señalan que la apuesta económica de este partido es volver a un imposible tirón del mercado inmobiliario. Imposible, además de indeseable, porque no hay inversores para alimentar hoy esa nueva burbuja. Ceguera política para un gobierno cuya propuesta de cambio es una vuelta a un pasado que ya no existe. Leer más de esta entrada

la democracia no es contar a los ciudadanos, es tenerlos en cuenta

Los que nos gobiernan nos cuentan, pero sólo tienen en cuenta a los mercados.  Así empieza Federico Mayor Zaragoza la entrevista que le hacen en en el programa «Las 1001 noches», de Canal Sur2. Y ahí está la clave del equívoco, dicen que nos representan por los votos que les hemos dado. Pero los utilizan para cosas para las que no les hemos dado nuestro consentimiento. Parece que vivimos en tiempos de vuelta a la oscuridad predemocrática, aquella en la que los gobernantes consultaban los oráculos para tomar decisiones y hacían sacrificios a los dioses para que estos les fueran favorables.  Los nuevos dioses son los Mercados y sus  sacerdotes las Agencias de Calificación y los grandes banqueros. Y es a ellos a quién consultan, no a los ciudadanos. Ellos creen en los mercados y les ofrecen sacrificios humanos para intentar calmarlos, para darles mensajes de confianza. Pero los mercados son insaciables. El movimiento del 15 M representa un despertar a esta verdad. No nos representan. ¡PP, PSOE, la misma M. es! Por si alguien aún tenía dudas, Zapatero y Rajoy se ocupan ahora de escenificarlo. Y ellos, lejos de escuchar a la gente, la siguen ignorando. Si es posible cambiar la constitución de forma expres, sin consulta popular, sin debate ciudadano, sólo para enviar un mensaje a los mercados, tal y como ha señalado The Economist, estamos ante una absoluta falta de contenido de la palabra democracia. Después de esto, llamar a votar a los ciudadanos es una farsa. ¿Para qué votarles a ellos si gobiernan los mercados? Pero como termina diciendo Federico Mayor Zaragoza en esta entrevista, «Usted puede distraer a la masa… durante un tiempo. Pero no mucho tiempo. Y yo creo que el tiempo se está acabando«. La cuenta atrás ha comenzado. La grieta ya se ha abierto en el muro y la presión pronto será incontenible.